miércoles, 11 de junio de 2008

La mujer que amo (2).


A través de su cuerpo veo el mundo
con tanta nitidez que le adivino
el revés prodigioso que el amor
nos descubre en el agua de un vaso
cuyo fondo es la noche de cristal.

Amparo Amorós.

La mujer que amo me ama pero no me ama. Un bicho me tapa la boca y las palabras se caen, inútiles, otro bicho se las come. Vuelve, dulzura, ahora que todos se han ido, la casa está en silencio y la ventana cerrada. Ven conmigo frente al espejo, uno junto al otro, mirémonos hasta que nos sepamos, tocándonos el alma, apartando las zarzas, desnudos y ciertos, vivos, palpándonos la piel y el corazón herido. Fuera llueve y hace frío, lo sé, pero no es el caso; dentro canta Joni Mitchell una melodía encadenada mientras estamos sentados a dos centímetros que son como la distancia a la luna. Tomemos una ginebra antes de inventarnos, antes de perdernos y buscarnos en caricias lentas que aún no hemos dibujado, en besos que ni sabemos que existen en las calles repletas de otros que llaman, que vocean y no escuches, amor, este trago es difícil pero bello, apuremos las copas y déjame que pase el limón por tu espalda con nudos, por tus piernas esquivas, arca de la alianza para entrar en ella con trompetas y tambores, con fanfarrias que solo tú y yo escuchemos, profanación de lo sagrado, caída de las murallas de Jerusalén, vestales huyendo por la pradera, mi minotauro y yo amándote bajo un árbol, mis centauros y yo amándote bajo la parra, yo, sólo, amándote en mi cabeza de nubes...

...recordando una comedia de principios del siglo XIX, de Ferdinan Raimund, Magris evoca una antorcha prodigiosa que pasaba de mano en mano y, quien la tenía entre las suyas, tenía la posibilidad de ver el mundo algo más poéticamente, porque aquella luz ayudaba a mirar la realidad de manera más armoniosa. Pero esa antorcha, nos recuerda Magris, no era tampoco falsa, porque rechazarla pensando que impedía ver los dolores y miserias del mundo, era, asimismo, una clara forma de la ceguera: significaba negarse a la posibilidad de comprender que “la realidad no es tan mísera y roma”.



10 comments :

Anónimo dijo...

Me he visto frente al espejo, escudriñando, interpretando, oliendo...

Trago de café...

Me encanta venir a desayunar(te?) por las mañanas, mientras los albaranes esperan agazapados y el teléfono duerme apaciblemente. Vengo y te leo, te observo, te desgrano, aunque probablemente mis conclusiones no sean las correctas (a estas horas no esperes mucho de mi), y suspiro después de todo ello... entonces empieza (trago café) entonces empieza la batalla, recuerdos, fantasias, sueños, el mundo inconsciente y consciente se funden... vi una peli ¿el cortacésped? en que los dos protagonistas, pura energia, se unían... así deben ser los enlaces covalentes, los átomos cediendose y compartiendo electrones...
(disculpa, terminé "los hijos de Bakunin" y ahora estoy con mi amigo Punset)

Ayer terminamos llenos de barro, ven, nos ducharemos juntos...

gaia07 dijo...

¿Si te ama cómo puede no amarte? ¿Qué es entonces amar? ¿Basta con que ames tú?
Creo que tendré que buscar esa antorcha prodigiosa.
No, creo que no. Mejor seguiré regocijándome con tu poesía, no importan las respuestas. Este espacio es para saborear con sosiego.
Un beso muy dulce.

Nikté dijo...

¿Sábes una cosa?
Ahora no solo me complace leerte estas cosas del amor que se hacen por amor, si no que las revivo porque hasta ahora solo sabía de oídas pero mis ojos ya lo vieron.

Pasar el limón por la espalda del otro, eso debe ser delicioso.
Habrá que experimentarlo, si


Un besote, Pedro

Y si, dale con la paciencia, que conmigo hay que tener mucha, pero lo que está claro es una cosa y es que te quiero un montón

Pedro M. Martínez dijo...

Vamos a ver Maduixeta, pececito, me gustaría ver tu cara delante de un carcamal, o detrás de un hipopótamo, tu, tan vitalista, nadando alrededor de un tiburón, duchándote conmigo, ay, nos meterían a la cárcel, seguro, está muy mal visto el abuso de menores, con esa voz tan dulce y las cosas que me escribes, de largo en los primeros puestos del ranking de atrevimiento, caballista audaz de metáforas y ambientes, de situaciones, osada en esta página glup que es justo lo que harías (glup), niña bonita, que no se que demonios me pasa que no me acentúa el teclado y me da mucha rabia, grrrr, un beso detrás de la cortina.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, ese es el contrasentido, amar sin amar, (que te defina Nikté como define Lacan el amor, anda), con antorcha o sin ella.
Este espacio, por ejemplo, está lleno de amor, del bueno, te lo aseguro, entren dos o doscientos, lo lean o lo ojeen.
Con este beso tuyo, tan dulce (tan sincero), me siento colmado.
Gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Gracias mil, Nikté, si el amor es cosa de tiempo, que se encariña uno hasta con un jilguero, como no hacerlo con los que nos leemos cada día, o cada dos.
Te paso un limón (fruta, no herramienta) por la espalda, te lo exprimo y veras que bien, que relajadita quedas.
Y de postre, este beso.

Magnolio dijo...

A mí con algo calentito y dulce - la pasada, please, -
¡¡¡Ainsssssss!!!: los celos, que no tienen enmienda.

El comentario cuando acabes: tápate los oídos que estoy preparando los fuegos artificiales y el redoble de tambor.

Muáaaaaaaaaaaaaaaa.

navegar.es.preciso dijo...

Hoy sólo un beso. Je besoin pas...

Pedro M. Martínez dijo...

Magnoliorutilante sobre las arenas de la concepción (también llamada Concha), La pasada a gusto de la señora,
Va,
¡¡¡una de pasada calentita!!!
Y el comentario también a tu gusto.
Hasta el beso (los tuyos, de boquilla)

Pedro M. Martínez dijo...

Pues ná, navegar.es.precisomañana será otro dia.
Un beso.

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