jueves, 14 de febrero de 2008

Doríforos eufóricos.




Mil querubes bellos ornan tu dosel,
quiero estar con ellos, Virgen, llévame
contigo en el Cielo, colmado de anhelo,
qué feliz seré.





(Man)tengo este espacio.
Blog se llama.
Glup 2.0 lo titulé.

¿Sí? –me preguntan- ¿Y qué escribes?.
Cuentos, poemas, historias, pensamientos, lenguaje de bitácora, ensayos de expresión desde la línea de fondo o más lejos.

Con todo, me pongo las gafas de espíritu crítico, miro al espejo de la madrastra y sé que aquí no hay (buenos) cuentos, que escribir un (buen) poema cada día es imposible, un afán absurdo, un engaño, que pretender disfrazar escritos de zanja con ropajes de literatura es un vano intento, que no se lo cree nadie, que el carnaval ya ha pasado.
Y aún así, sigo.

Por y para eso robo música (la cambio a menudo para que no se note), fotografías (también las cambio mucho), alterno colores, temas, comento con energía los comentarios, combino los estados de ánimo a la espera que un viento paráclito ilumine mi inspiración, que las oriflamas del decir ondeen, que el cansancio de los días no adormezca el entusiasmo, que las liebres del desanimo no hagan su madriguera en la imaginación agujereada, infértil, helada en este invierno que parece primavera. También dejo post, cada día. Esto lleva bastante trabajo que no lo manda nadie, es voluntario.

En resumen, creo que esto es lo que siempre digo cuando no tengo nada que decir. Me disculpo, me justifico, hablo sobre escribir y no escribo, doy vueltas a la noria de los días, me siento culpable sin haber sido juzgado, me clavo puñales de duda, me siento en el borde y me río sin parar, contradiciéndome, abriendo la puerta al jardín de la esperanza, dando suelta a los lebreles de la risa, al perro blanco del disfrute, un revoltijo de jijís, jajás.

Dicho esto, pongamos orden.


Como muchos, escribo al dictado de la dama de la inspiración. A veces nos sorprende en momentos inoportunos, en un semáforo, en la cima de un monte, bajo el agua, mirando los ojos de Adela. Si llevo bolígrafo apunto la idea en una tarjeta de visita, en la esquina de una hoja de periódico, en un billete de 5 €, en papel de envolver. Después recolecto estas ideas (0h!) en un cuaderno de tapas duras. A veces de muchas ideas sale un post. A veces quedan dormidas y no se desarrollan. Otras –esto me preocupa- las repito.

En este momento no sé si he contado mis dos visitas a Rusia o si el recuerdo permanece tan dentro de mi alma que por un simple mecanismo de defensa no sale a la luz.
Por si acaso no, lo cuento, la historia de mi viaje por la estepa rusa en busca del último aliento de un ciervo.

Hace ya, bastante al norte de Moscú, busqué por las vastas estepas un animal moribundo. Trataba de comprobar la antigua creencia que dice que respirando el estertor de un ciervo macho, su fuerza, su vitalidad, su espíritu pasa al cuerpo de quién lo recibe.
Era diciembre y nevaba, después de caminar durante kilómetros y kilómetros me topé con un impresionante ejemplar de ciervo, malherido, apoyado en un tronco seco. La magnífica bestia con la cabeza erguida me miró desde más allá de una muerte presentida. Como si me hubiera estado esperando, se levantó y comenzó a caminar, vacilante, cojeando pero sin perder la defensa, con su cornamenta enhiesta. Seguirla me llevó entre matorrales, lejos de los caminos, con el cansancio enredándome las piernas entumecidas por el frío. Varias horas después dobló las patas delanteras y reclinó la imponente testuz. Acostado, a su lado, prevenido, esperé su final sin perder de vista su hocico tembloroso. La agonía se prolongaba. El frío era muy intenso. El animal intentó un último bramido desde su garganta rota. El esfuerzo venció su resistencia. Conmovido, acerqué mi nariz a su boca y respiré justo el último aliento que salía de aquel cuerpo poderoso.

El regreso al punto de partida fue lento y duro, caminé sin energía, ausente. Aquella respiración final me había transmitido algo más que la fuerza, que la potencia. En aquel momento, con el cansancio, no supe determinar que había sido. En los bancos de madera de una estación de tren perdida entre la niebla tampoco pude hacer otra cosa que racionar mi tristeza. Volví a casa envuelto en melancolía.
Hoy, tiempo después, no logro sacudirme la…


Y aquí se ha marchado la inspiración. Paseo por la casa. Intento finales. Llamo a mis amigos les pido consejo, ayuda. Nada. Bajo a comprar pan. Bebo un gic tonic. Bebo otro. Grito por la ventana. Doy de comer a los pájaros del patio. A los buitres. Me pongo nervioso ya que no tengo post para mañana (o sea el jueves). Retoco este escrito, lo alargo, lo estiro, es inútil, no hay historia excepto este intento de narrar experiencias que ni siquiera recuerdo si ya las he contado, si ocurrieron, si soy yo el que escribe, quienes somos, dónde vamos, de dónde venimos, pues esto, lo de ahora mismo.

Esta (casi) historia la empecé en enero en el hotel Temple de Ponferrada y al día de hoy no sé hasta dónde puede llegar. Por eso la dejo por imposible.
Si alguien tiene un buen final se lo compro.
Abstenerse intermediarios.
Solo especialistas en finales.

(¿?)


 


37 comments :

Єѕтnoм dijo...

"Especialista en finales", no, no puedo ayudarte, pero creo que el final ya se sobreentiende. Absorviste su fuerza, su vitalidad, y cada día nos la transmites a los que te leemos, que acudimos ansiosos para poder atrapar esa parte que nos toca a cada uno del aliento que sueltas cuando escribes y que tiene el mismo poder que el que va contigo. Y seguiremos volviendo a buscarte, por la nieve, por el aire por donde quiera que tu respires.

Hoy, un beso de enamorada.

a-escena dijo...

No hace falta un final para esa historia. Lo vives día a día.
Gracias por los regalos que nos haces.

Carmen dijo...

Todos llevamos dentro, incrustada indeleble, nuestra ración irracional. Mi amiga A, deja aflorar a veces su lado águila. A veces, todo lo ve con nitidez, a distancia, lo huele sobrevolando, y proporciona coordenadas exactas de situación relativa. Acudo a ella, a menudo.
Otra amiga, T, esconde la cabeza bajo tierra, como avestruz asustado. A veces, tiro de ella, y le hago ver...
Mi hermano E, podría ser la gran loba, protectora de sus crías propias y ajenas, fuente de calor en los días más fríos.
Podría seguir, pero estoy diciendo muchas tonterías.
A lo peor, Pedro, el último suspiro de ese ciervo moribundo, trastornó tu imaginación demasiado, y por sus agujeros, se te escapa la razón…

http://www.magina-jaen.com/paraiso/sierrasdejaen/segura/a-ciervo.htm

No seas tan exigente contigo… anda.

Carmen dijo...

¿ves?, ye he vuelto a liarla.
Era yo, Carmen, y te firmé como Magma (fuí en el pasado)
Besos.

Camille dijo...

Uhmmm deja que sea el propio final el que se escriba solo. O no.
Déjate de especialistas!

Sí, sí noto la tensión...

Margot dijo...

Metaliteratura lo llaman, escribir sobre la escritura, rizar el rizo, contar contando... cuentista me llamaban de peque, me siguen llamando ahora. Cuentista, Pedro. Me gusta esa acepción, y a ti?

Final chimpúm? un amigo mío los llama así: dícese del final contundente, abierto o cerrado, pero que liquida el cuento. O algo así era...

Y el tuyo de hoy me gusta así, para qué más?

Un beso!

ybris dijo...

Amigo Pedro. Vengo siguiéndote a diario desde hace ya casi dos años y mantendré en cualquier foro donde se me convoque que eres un insólito caso de tenacidad, permanencia y altura.
Defenderé tus letras como una dignísima fuente de exquisitez literaria y precisión lingüística en los más variados campos de la cultura.
Sostendré tu excelencia en toda suerte de citas literarias, fotografías, músicas y vídeos.
Y nunca negaré que soy el más parcial-y a mucha honra- de cuantos se pasan por aquí para sorprenderse sin desmayo ante este prodigio.
Ante todo eso lo de menos son los finales.

Un abrazo

Dátil dijo...

Dios mío Pedro¡¡¡¡

me pones los pelos de punta; por qué te sigues cuestionando lo mismo, si durante años -más de 4 o 5- te llevo leyendo y jamás repites un solo post, has podido mañosamente redecorar para re-editarlo. Pero aún así todos y cada uno ha venido a decir, que eres persistente, concluso y sobre todo meticuloso casi casi como un policía científico que aplica cada pincelada nueva a sus códigos internos.
En los comentarios ya ni te cuento, eres jodidamente innato. A veces cariñosísimo, otras un verdadero peligro -más cuándo te pones serio-. Y pareces un ciudadano del mundo que no de un solo mundo. Tienes gente a tu alrededor que te aprecia -lo sabes-; como también la tienes lejos de tu órbita que te aprecia de igual modo, blindando cualquier manipulación que no sea más acertada que la propia opinión.
Nunca agredes con tu literatura, rondas todo, y todo es lo que te traes a tu blog.

Y levantas pasiones, y también viejas doctrinas como es leer. Leer por placer.
Y estimulas la mente, después el alma. Tu sabes que te adoro colega.
Además no me prodigo mucho porque ya sabes que lo mío va por etapas.

Ahora es que me falta hasta el aire. Me cachís!
pero..mira vengo, eufórica te hablo y te levanto la mano y te digo: -ey ! Pedro, que estoy aquí...te leo.


Buenos días tengas en éste día tan amoroso.



Besos a millones.

Ea!!¡¡

Pedro M. Martínez dijo...

ondina, lo bueno de esta historia de los blogs es la comunicación, la capacidad de proponer diálogos, la intensidad de los sentimientos (pasajeros).
Agradezco tus palabras y las coloco sobre la repisa del estímulo, allí donde (también) miro cada día mientras escribo.
Un beso de este que escribe.

Pedro M. Martínez dijo...

Gracias a ti a-escena. Muchas. Seguiré buscando historias dentro de esta historia de comunicación.
Solo nos falta enseñar cómo somos por fuera.
La verdad –y la mentira- de dentro (+ o -) se ve.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Magma/Carmen, empiezo por el final. Soy bastante indulgente conmigo mismo, me mimo. Lo cual no excluye que sea exigente con lo que hago, que me exija un nivel (Maribel), pero no como castigo, no, sino como estímulo. Pues eso.

Tu ciervo. Andará pastando por Mágina (Jaén). De por ahí cerca es Antonio Muñoz Molina. En una boda, en Córdoba, tuve la suerte de conocer al presidente de la Hermandad de Olivareros de Mágina, un tío interesante, noble, sencillo, profundo, de gran personalidad. En El invierno en Lisboa, Muñoz Molina lo disfrazó de personaje.

Gracias por tu comentario y por tu presencia.

Pedro M. Martínez dijo...

Camille ¡ que contenta estás!, no es para menos.
Felicidades otra vez, y otra, y otra.

La tensión es solo por motivos laborales, ya sabes.
Guapa, que vas a ser una amatxu muy guapa.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues, querida Margot, a mí también me han llamado cuentista, muchas veces, pero ni siquiera escribía (o quién me lo llamaba no lo sabía), así que tengo una cierta prevención a esa palabra.
Escribir sobre literatura es lo mismo que hacía Truffaut en “La noche americana” (pero sobre cine)
Si te gusta este final (chimpúm) no se hable más (ni menos)
Gracias y besos, por este orden.

Pedro M. Martínez dijo...

Venga ese abrazo ybris, contigo solo puedo mostrarme honrado por tu continua presencia.
Además sabiendo lo desagradecido que soy (no tengo tiempo para visitarte como quisiera)(de hecho no sé de dónde saco tiempo) le doy un mayor valor.
Y me olvido de finales.

Pedro M. Martínez dijo...

Ay, Coblenza, que me matas. Qué cosas has dicho más bonitas. Gracias, rubia explosiva. (¿Te han llegado las flores?)

Sabes que este sentimiento es mutuo. Sabes que te aprecio en lo personal. Sabes que aprecio mucho tus diferentes entradas (y salidas) en esto de los blogs, tu trabajo, tu sinceridad, tu emotividad, tu ingenio, tu expresividad, tu naturalidad. (¡¡¡y esos ojos!!!)
En tus comentarios (que los guardo como un tesoro) está el top (en serio, hay quién no me lee porque ya no me comentas, te lo juro). Lo que me he reído contigo, niña. Y lo que me has preocupado. Y lo que te he entendido. Y lo que te quiero. Ole la belleza
Te lleno de besos (con permiso)

Y lo dejo que entre que estoy tenso/romántico/sensiblero/ido no sé que más podría decir.

AH, en S, santa voy por ahí cerquita, Andalucía vamos.
Mas besos.

Ogigia dijo...

Me gusta y me gustas

mirada dijo...

Es hermoso todo lo que haces en esta página, como lo haces y para quienes lo haces. Gracias Pedro.

Pedro M. Martínez dijo...

Nos gustamos Ogigia.
Un amable punto de encuentro.
Gracias.

Tempus fugit dijo...

¿Me estás llamando prostituto de las letras?
En el último aliento, dicen, se escapa el alma. ¿Era blanco el ciervo? ¿Atravesaste un río en su persecución?
En Pentecostés nos vemos y lo comentamos...

un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Mirada, cariño, definitivamente, estoy domesticado.
Ay, aquellos tiempos en los que discutía con todo el mundo por un tssshtt.

Me bebo lo que me dices, a borbotones, quiero nadarte, sumergirme en esas frías aguas (no pude bañarme (bien) en Finisterre). Y verte sonreír de nuevo.
Gracias a ti.
Y besos.

Unknown dijo...

Lo bueno es que no estabas inspirado!! jajajaja!!!


ah!1 eso de robar se nos da a muchos.. tu robas yo te robo jajajaj!! es de lo más interesante esa cadena de dulces acontecimientos robariles... o robatricez o, o jajajaj!!

Acabo de comer un helado de vainilla y una gelatina de uva.. asi que creo que tanta azucar me dejo euforica... jajajaj!!

Bueno eso que te leo y te veo ahh! y te escucho en esa música que lindamente nos compartes.

Y regreso al trabajo que ya se acabo la hora de comida.

Besos de azucar para ti...

Pedro dijo...

No te llamo nada (malo) De cenizas, Confucio me libre.
¿cómo sabes lo del ciervo?¿y lo del río? ¿tú también has estado?
Últimamente no voy mucho por Pentecostés ¿te importa quedar en otro sitio?
un abrazo.

Pedro dijo...

Piel, me inspiro cuando r4spiro y solo r6bo algunas f9tos, las de la cabecera las cambio cada d3a, la música la tomo prestada (y poco tiempo). No se me ocurriría, nunca, r2bar un texto, ni parcial. De otr1 idea sacar mi versión, qu8zás. El que se lee sabe, el que copia se engaña a sí m7smo, pero cada uno a su b5la.
Gracias por las postales (¿o era un6?
Besos y besos.

gaia07 dijo...

He llegado la última y ya te lo han dicho todo, todo.
Solo me queda el silencio, la sonrisa y abrazarte.
Y aquí me quedo colgada de tu cuello, y te lleno de besos.

Unknown dijo...

Mala yo soy mala para los finales y para los principios jajaja!!

Ah!! fijate que recien encontre una paginaque habla de los 40 años de Rayuela!! y quede fascinada nuevamente, te paso el dato

Besos intermedios jajaja!!

Abril dijo...

Para el final me apareció algo que alguna vez leí: "Me pregunto si estará en verdad humillada la mujer sioux a quien corté la cabeza".
Te encontré buscando mariposas y aún no salgo de mi asombro...

Pedro M. Martínez dijo...

No, no me habían dicho todo gaia07, faltabas tú.
No se podía cerrar este post sin tu presencia.
Ahora me quedo más tranquilo
Lo de los besos está bien (pero suéltame un poco la garganta que me estás ahogando)

Pedro M. Martínez dijo...

Es que Piel, Rayuela es una joya, con 40 años o con 199.
Y no sé para los finales, pero para los principios los haces muy bien.

Pedro M. Martínez dijo...

¿Eso qué quiere decir? abril.
¿Para cuándo tu blog?
¿Yo también me suelo preguntar por la mujer sioux?
Tres preguntas.

Abril dijo...

Soy nueva en esto de navegar un blog, estoy aprendiendo. Respondí a tus preguntas pero no se publicaron...a ver ahora...si estas palabras se ven...vuelvo a responderte...

Pedro M. Martínez dijo...

Se ven abril
Pregunta 1.
Pregunta 2.
Pregunta 3.
Saludos.

Abril dijo...

Repuesta 1: Quiere decir que estaba buscando mariposas, y apareciste...

Abril dijo...

Respuesta 2: Siempre me pregunté, cuando escuchaba a Pink Floyd, "Is anybody out there?". Ahora sé que sí...

Abril dijo...

Respuesta 3: ...tal vez la buscabas mientras seguías al ciervo ( para mí, siempre un reno)...

...Blog?...ni siquiera sé cómo armarlo..."blanca,ligera, ondulante, grácil, como la liebre que miró tu aliento sobre el hocico del ciervo"

Pedro M. Martínez dijo...

Abril, este febrero aparezco como una mariposa, una Plebejus pylaon subsp hespericus , por ejemplo. Al rato aparece Syd Barrett gritando si hay alguien ahí fuera y mira por donde sí, hay alguien, un huemul triscando por las estepas que dije y, ya ves tú, no somos nada. Bienvenida.
¿De quién es la frase del final?

Abril dijo...

¿Una Plebejus pylaon?...Tan frágil como lo fue Syd...
Te leo mientras escucho a Aaron, música que gentilmente nos regalas, y te cuento que la frase es mía (por lo que me sugiere la palabra blog).
Por ahora voy de puntillas sobre tus textos, sorprendiéndome, desconcertándome,maravillándome cada vez.
En mi país los abriles son lluviosos y los mayos son dorados.
Gracias por darme la bienvenida, Abril

Pedro M. Martínez dijo...

Muy bueno Abril, sexo: mujer.

Leí una frase de Syd (creo que en una pared, en León) sobre la amistad que me impresionó. No recuerdo bien como decía. La buscaré.
Gracias por leerme con esa atención y dedicación

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