sábado, 6 de octubre de 2007

Cocktail number two (2)

Y aquí quería hacer un contraste entre la aparente tranquilidad del personaje, la complicación posterior de su vida y su ingreso en prisión por un desfalco. También quise intentar, antes, un guión contrastando la placidez de este individuo con la precariedad de existencia en otros lugares menos favorecidos. Un escrito moralizante que diese dimensiones, la distancia entre el tercer mundo y los países más desarrollados. Entonces se me produjo un escape de clorhídrico ingenuo en el depósito de la tinta y no me sale, que quieres que te diga, no me sale. Se me rebela. El cuento se me encabrita, salta, no soporta la silla de montar, intenta morderme las orejas, como un lagarto del cieno, como un cocodrilo de aguas profundas, como un colibrí de pico afilado, como un robusto temporero de los que limpian el barro en las inundaciones de China, los damnificados por los tifones caribeños, la retirada de las aguas dejando al descubierto lo efímero de la tranquilidad, flor delicada, rigor de los malos olores, de la pestilencia. Y las teclas escriben solas, tortugas de carreras, no hay quien las pare, están frenéticas. Escriben y escriben y tengo que controlar la ortografía y la prosodia, la ética, la estética está perdida ya en este relato de quien sabe qué. Aunque me gusta, como el rock and roll o el jazz plácido de Bill Evans, como el ron cubano, como las cartas de Cortázar, como los juegos de estrategia, como los cuentos Borges, como M cuando se despierta y cuando se duerme, cuando come, cuando ríe, cuando me ama, cuando me grita, también cuando me grita porque recibo cartas de mujeres de verbo encendido e incendiario; mujeres de fuego y ojos de lumbre; de palabras que brotan de volcanes que no se apagan ni en invierno; con cartas que me hacen cerrar asustado los ojos con tentáculos de lo posible. Mujeres que quieren verme, hablarme; quieren jugar al escondite; quieren confirmar que mis palabras se corresponden con el físico que ellas me han atribuido; quieren medir a palmos mi espalda; quieren, y sus ojos de terciopelo y almendras lo dicen, aventuras de capa y espada. O no. O todo me lo imagino, porque soy un estúpido y presuntuoso gato crédulo y la mente se me llenó de salamandras y prodigios y esa mujer de rostro con geometría brutal me escribe con la lengua verde y mágica de sus sortilegios, de los conjuros que aprendió en abril, cuando gritaban las hadas sus orgasmos pre-primaverales y las vírgenes enanas se llenaban de escándalo bajo los arbustos de boj y los geranios... (sigue)


18 comments :

gaia07 dijo...

Extraordinario. En la primera parte era factible adivinar como continuaría, pero a ti es imposible adivinarte, por eso el cuento se encabrita, por eso no te sale, y porque los que no tienen voz hablan todos a la vez, no te dan tiempo a expresar lo que te dicen… y escribes lo que te gusta, lo que sientes, lo que te provoca… eres increíblemente bueno.

Tendrás que asumir de una vez que provocas en las mujeres todas esas necesidades, tus letras y tus ojos, tus pensamientos y tus respuestas, son las alborotadoras de nuestros estigmatizados deseos.
Un beso Pedro, esperare mi turno jejeje.

El Toro de Barro editorial dijo...

No creo que nadie pudiera imaginar el camino por el que han sido conducidas las palabras -las tuyas- por tu mano, ni en dónde se habrían de quedar tan detenidas. En realidad, esta texto tiene todos los finales, porque carece de uno. Es lo que tiene la literatura verdadera de camino interminable ...

Margot dijo...

Pues sí, sí que se te ha descabalado el texto!!

Si tuviera que ponerte cara y cuerpo con estas letras tuyas iba a salir algo muuuu raro, te lo digo yo. Brujo, que eres un brujo. Y lo que hay es mucha pelandrusca suelta, M va a tener razón... qué mundo este!!

Besote y que siga,lo que sea, por cariá. Y no te digo cómo que no está el horno para bollos, jeje.

Pedro M. Martínez dijo...

El siguiente paso, querida gaia07 será dejar mi fotografía para pasmo y espanto de la concurrencia. Esa si será una auténtica provocación (o no, que hay mucho vicio).
Pero tu sabes, reina, que esto son solo palabras y que la realidad es tozuda y que aquí se f. menos que en un cuartel (vale, depende de qué cuartel).
Pues eso.
Tienes el rollo de números arriba a la derecha, sobre el mostrador, aprovecha ahora que eres la primera..
Ayayay.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Once blogs, once, de El Toro de Barro. Pero comer y esas menudencias sí, ¿o no?, ¿te da tiempo?. Además todos buenos. Pero pasearás, harás la compra, quizás hasta trabajes ¿si?. Ya lo sé, tienes un convenio con días de 48 horas, exclusivo, solo para ti.
Pues nada, mis felicitaciones. Uno, aquí, dejando estas cosillas, me entretengo, ya ves.
Que tengas un buen sábado.
Ah, y domingo.

Pedro M. Martínez dijo...

Mi querida Margot, contar cosas que les pasan a otros es...no sé, como sencillo. Contar cosas que le pasan a uno es...sí sé, aún más sencillo. Solo hace falta tener un ego muy, muy grande, poco pudor, ningún sentido del ridículo y, claro, una conexión ADSL rápida.
Antes, no hace tanto, hacían falta más cosas, sobre todo alguien que leyera tus cánticos de auto-alabanza (a mi, M.E. no me aguantaba, se ponía mala chata, te importa que te lea esto que he escrito? y solo mirándole la cara ya sabía que no)( lo mismo me pasaba con lo del sexo, chata, tienes cuerpo para el goce? y cuerpo tenía –y vaya cuerpo- lo que no tenía nunca eran ganas –al menos conmigo)(lo dejamos)(solo lo que habíamos cogido).
Esas cosas.

Me gustaría que mi sentido del humor de hoy (y el habitual) no sea malinterpretado por tanto talibán hembra y macho como pulula por ahí.

Pues eso, que te beso.

Margot dijo...

Sabes lo que pienso de los talibanes machos o hembras?

A tu ego sencillito y sentido del humor lo respeto mucho más... jeje.

Pero eso, que los pendones desorejados me caen bien pero no se lo digas ni a M ni a M.E.

Y más besos de sábado, porque sí, porque me apetece. Hoy estoy rumbosa!!

tomatita dijo...

Siempre me ocurre lo mismo, me pierdo un par de días y parezca que llegue a un lugar nuevo...mmm, huele bien, hay un olor diferente y me gusta( a lo mejor es cosa del sábado y que hace sol...pero prefiero pensar que es por ti).

Vamos que Gaia07 tiene razón, que vas revolucionando por ahí.

Feliz fin de semana, querido.

Te abrazo fuerte, fuerte.

Luna Agua dijo...

Imaginarte.
Yo ya te imagino.
Y si no fueras asi.... que mas da.
Escribes de una manera furiosa que es lo que más que una imagen queda.



besos

Juanjo Montoliu dijo...

Admiro la forma que tienes de escribir lo primero que se te pasa por la cabeza. O a lo mejor no es así, pero lo parece.
Parece que el teclado tenga una extensión directa con tu cerebro vía USB 2.0, y todo sale fluido, fácil.

Este título le va mejor al texto.

Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Sí, Margot, lo sé (pero aquí no suelo dejar malas palabras)
Pendones desorejados, me apunto, yo mismo lo soy, si no lo practico más a menudo es por falta de tiempo (y oportunidades).
Rumbosa, que besos (me gusrdo dos para mañana, por si no entras)
Cuatro míos. Van.

Pedro M. Martínez dijo...

tomatita, no, intento escribir, luego lo dejo aquí, lo que ocurre después, incluso que alguien lo lea, ya no me compete. Lo mío es trabajar, las revoluciones me pillan demasiado cansado (sobre todo estos días).
Eso sí, me gusta mucho encontrarme con tantas personas amables, no sé como corresponder a tanta generosidad.
El mismo fin de semana te deseo, preciosa.
Gracias por el abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

No hagas mucho caso, Luna Agua, cada uno se imagina lo que quiere. Generalmente la realidad es mucho mejor, al menos es lo que me ha ocurrido con todas las personas que he conocido a partir de estas historias de blogs.
Escribo furioso, mucho, y –no lo digas- muchas veces me corto cuando me puede el sentimiento (demasiado blando).
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Juanjo, conozco algunas personas con habilidades naturales para diferentes artes, ejercicios, virtudes, modalidades, etc. No es mi caso. Lo que me pasa por la cabeza ha pasado generalmente antes por otras partes de mi cuerpo, por eso lo recuerdo, por eso lo cuento, por eso necesito sacarlo.
Pero aquí estamos para satisfacer al cliente, si hay que cambiar el título se cambia. Por cierto ¿cuál dejo?
Saludos.

Camille dijo...

Saca la fusta, Pedro...o pensándolo mejor..deja que se encabrite..

Presuntuoso, sí.

Pedro M. Martínez dijo...

Camille, se encabrita, me encabrito sólo.
La fusta, como el resto, los quemé.
Y lo de presuntuoso, ya, lo he dicho yo primero (copiona)
jajaja

claradriel dijo...

Decido comentar en éste preciso cócktail porque me encanta la foto, y el personaje: el de la foto, pero también el tú, el él, el alter ego del relato, y ella, que se enfada y grita.


Qué blog tan original, en el buen sentido, por favor.


Semaos otros, seamos más crudos, menos impostados, más bellos y sinceros, más amargos.

Mmmm, cuánta intensidad.


Seré capaz de dosificarla, o me pegaré un atracón??

Pedro M. Martínez dijo...

Depende de ti claradriel.
Escojas lo que escojas estaré de acuerdo.
Y aquí, esperándote.
Gracias por venir

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