lunes, 16 de julio de 2007

Instrucciones poéticas para la preparación del Cuba Libre, uso terapéutico y fines sociales.

A partir de conversaciones en diferentes comidas de hermandad sobre la forma de preparar el Cuba Libre y su degustación en circunstancias idóneas, sirva el presente artículo como guía para qué, de una vez por todas, quede clara la correcta elaboración del mismo. Advierto que es utilizable sólo en tiempos normales, es decir con bonanza atmosférica y condiciones meteorológicas óptimas, o sea que no llueva dentro de los bares o que el salón sea un desierto.

Sed. Es preciso tener sed, no se puede beber por beber, es necesaria esa ansiedad gustativa, esa avidez caribeña, esa tolerancia a la graduación alcohólica, ese alborozo ante la inminencia del trago, esa necesidad sin llegar al vicio.

Compañía. Es muy importante determinar con quién tomaremos el Cuba Libre, definir si lo tomaremos solos o en compañía de otros. Si lo tomamos solos debemos evitar la tendencia natural a mirarnos en el espejo, es más, debemos romper todos los espejos, una persona que bebe sola no debe tenerlos, son sinceros. Si lo tomamos con otros, incluso con otras, no me atrevo a determinar cual debe ser el proceso de selección –cada uno bebe con quién quiere-, pero es importante tomarse cierto trabajo con el fin de que la compañía sea grata, interesante, guapa y amable. Para ello buscaremos buenos conversadores, inteligentes, que sepan descifrar los mapas, que entiendan de alegrías, que canten con gusto, que paguen sus rondas, que no tengan propensión a saltar la barra del bar, que no orinen en los floreros, que sonrían, que sepan navegar en las tormentas. Aún así a algunos les basta caminar entre el gentío para ser felices.

Música.A tener en cuenta la música de fondo. Jazz, aburridos fados de Madredeus, arias de ópera, Björk, nada que se entienda. También blues del sur profundo, un adagio de Albinoni, Henri Salvador, nunca pasodobles ni valses vieneses, mucho menos jotas sea cual sea su procedencia. Me atrevo recomendar a Argelia Fragoso, que es cubana y canta como los ángeles, te hace llorar de emoción. También Omara Portuondo, Gema, Celeste Mendoza y tantas cantantes de la isla llenas de sentimiento.

Amor. Quién prepare esta combinación debe rebosar amor, por sí mismo y por los otros. Debe dedicarse a la mezcla de ingredientes y conceptos absolutamente centrado, con palabras dulces, canturreando quizás, siempre con un gesto obsequioso, una sonrisa sincera, intensa, profunda, con movimientos relajados pero enérgicos, convencido, determinado. Desconfiad de los camareros con guantes blancos.

Recipiente. Por supuesto a gusto del que bebe: copa, copa panzuda, copa copuda, copón, vaso, vaso largo, vaso corto y ancho, tallado, detallado, siempre de fino vidrio. No recomendables recipientes metálicos, de plástico, loza, con colores, jamás un balde.

Hielo. Se aconseja fragmentos de iceberg islandés o sueco. De no poder obtenerlos, los cubos de hielo deberán ser medianos, ni grandes ni pequeños, cuadrados, recién salidos del congelador, aptos para someterse a la prueba de un anuncio televisivo, muchos.

Limón. Es un elemento básico. Debe ser murciano, de la huerta de Pere Movilla, de aroma profundo y tonalidades amarillentas, casi verdes. Al cortarse, los jugos emitidos deben ser capaces de excitar nuestros lacrimales y hacernos llorar, bien por extrañas reacciones químicas -nunca bien explicadas y mucho menos entendidas-, bien de nostalgia o saudade. Se cortarán finas rodajas de su corteza entreverada con la pulpa, depositándolas con ternura sobre el lecho helado. Por último dejaremos deslizar unas gotas de su zumo, seis, nunca más de ocho, como ácidas caricias sobre el sólido frío.

Cuchillo. Me importa insistir sobre la importancia del cuchillo en estas maniobras preparatorias. Debe ser de buen filo, no demasiado grande, que se pueda esconder dentro de la manga, puntiagudo, no pesado, no leve, de diseño. Un artilugio inocente que pueda convertirse en arma, nunca se sabe como terminan las noches, los días o supervivencia en antros donde nos lleve el alba, la desesperanza, la ausencia, el desamor, el deseo por los cuerpos fugitivos. Alguien nos buscará, hasta puede que nos encuentre.

Ron. Siempre cubano. Hay otros. Para escoger el mejor propongo noches de cata profunda, saboreándolos por ejemplo en Boadas (cerca de las Ramblas, en Barcelona) o el JK (cerca de la Palanca, en Bilbao). Beber ora de esta botella, ora de esta otra. Como hay muchas, botellas, esto lleva su tiempo, ya que los gustos cambian, el paladar se atrofia con los años, o se refina, o se adormece, o se excita, este es dulce, este fuerte, este amargo, esta mujer que me acompaña ¿quién es?, al de muchos tragos ¿quién soy yo?¿dónde voy?¿ de donde vengo? ¿cuánto se debe?. Ciertamente lleva muchos años seleccionar el mejor ron, el que más nos gusta, a veces toda una vida, pero el esfuerzo merece la pena, es primordial definir las preferencias, definirse, ser, es bello llenar noches de vacío en estas actividades aparentemente nimias pero tan poéticas, tan líricas, es hermosa la búsqueda, es largo el olvido, es corta la vida.

Coca Cola. Claro, también lleva este refresco, idóneo para aflojar tornillos, vehículo, compañía, imposición, bebida con gas, burbujas engañosas, es mentira, es el contraste, la paradoja, la enseñanza, la ironía, a pesar de, etc. Antes se tomaba con zumo de lima.

Agitar. Un solo movimiento, class, un giro de muñeca, serios, mirando a los ojos, mirándose a los ojos, sintiendo los músculos del alma, zapp. Ya.

Beber. Y va uno y se lo bebe. Cuba Libre, parábola ejemplar de lo efímero, de la levedad de los placeres, de lo fútil de los momentos mágicos, de la eternidad, de las preguntas que uno se hace, de la inexistencia de respuestas. Detrás de esta bebida que nombro están las bebidas que no nombro, que no tienen nombre ¿dónde van los Cuba Libres que se toman? ¿y los que no se toman? ¿dónde está la frontera del reino alcohólico? ¿hay vida después de la muerte? ¿hay muerte? ¿es esto la vida o un programa de software? ¿existimos? ¿quién somos? ¿existe la amistad? ¿bebemos para recordar?. ¿Ves? por eso nos gusta el Cuba Libre, mientras lo tomamos estamos entretenidos.

Anexo.

Resaca. Dícese de la desagradable y matutina sensación náutica posterior a la libación nocturna de más de siete Cuba Libres a los veinte años o de más de dos a partir de los cuarenta. O así. Termómetro que refleja una realidad, la decadencia, el equilibrio natural, noches alegres mañanas tristes, tratado de filosofía, compendio de mentiras –no bebo más-, dolor de cabeza, de estómago, de cuello, de nuca, de ojos, del paladar, riñones, esófago, bolsillo, zumbidos, sequedad de garganta, visión borrosa, algunos ven bichos, arañas peludas, colores que se mueven, si bebes no conduzcas.


Breve historia del Cuba Libre.

El ron, o run o rhum, es el aguardiente de caña azúcar.
En el año 1650 aparece, en la isla de Barbados, la primera noticia escrita que se tiene del ron. En ella se llama a la bebida rumbuillon y killdevil (matadiablo). A finales del siglo XVII llega a Europa, comercializado por los ingleses.

Cuenta la leyenda que este trago largo fue inventado a finales del siglo pasado, en concreto en 1890, en Cuba por un marino abrasado por el temible y sofocante sol de aquellas latitudes, al mezclar el aguardiente local de la caña, el ron, con zumo de lima.

El 8 de mayo de 1886 salía al mercado la Coca-Cola. Tres semanas después, en el Atlanta Journal-Constitution apareció su primer anuncio que decía:

"Coca-Cola... ¡Deliciosa! ¡Refrescante! ¡Estimulante! ¡Vigorizante!"

El contable Frank M. Robinson, fue el publicitario que ideó y diseñó la logomarca.

En 1889, en plena guerra de Cuba, los oficiales yanquis sustituyeron el zumo de lima original por su bebida nacional, Coca Cola, denominándola Rum and Coke

En la edad dorada de los cócteles, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los barmans norteamericanos añadieron a la mezcla una rodaja, o dos, de limón y la popularizaron hasta nuestros días. No consta si inventaron el limón.

Una revolución rebautizó al rum and coke original como Cuba Libre. Este moderno nombre se lo han apropiado tanto los castristas, para eliminar las posibles referencias imperialistas de la bebida yanqui y gaseosa, como los cubanos del exilio de Miami, que dicen que al beber cubalibre sueñan con el regreso a su patria. Eso, a nuestra salud.

Bollywood.


16 comments :

Margot dijo...

Y para los adictos al gin-tonic en las noches de farra?

La ginebra, bebida del diablo, decían, puede ser cierto. Borde empapado de limón, ácido, verde que te quiero verde, yo tiré un limon al alto por ver si... Burbujas otra vez blancas, como las figuras de cristal en las que nieva cuando das la vuelta. Bombay, etiqueta azulada, como los iceberg. Me siento eslavo, o caucásico. Sonríe que hace cosquillas en el cono sur de la nariz y las mandíbulas se encogen.

Vale, si es ron que sea Brugal envejecido. Sabe como los caramelos de la infancia.

Toda una oda a la resaca y sus consecuencias, nunca más, te dices... y vas y escribes un post, jeje.

Buenas noches, mañana más. Y un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Margot para el gin tonic otro día.
Y aclaro que es sólo un post (por los de la liga anti alcohólica).
Además el problema suele ser el hielo.
Creo.

M dijo...

Lo pintas tan bien....que estoy por prepararme uno a estas horas de la mañana...


Es un lujo ver como sacas una cadencia dulce de algo tan simple como un cubata...

Unos ojos privilegiados para ver el mundo.

B x C

Margot dijo...

No consigo ver los videos, este ordenador empieza a parecerse más a una tostadora que otra cosa...

Y como no quiero currar pero tengo que hacerlo pues te doy el tostón a ti...

Qué le pasa al hielo? y a los de la liga qué? que los zurzan con hilo verde...

Que ya, marditos lunes, que no me centro ni a tiros...

makkkafu dijo...

Perfecto, este también me lo llevo.

El mejor cubata que me he tomado fue en La Habana hace ya más de 20 años y no estaba hecho con cocacola.

El viernes estuve en Bilbo viendo a Bjork, impresionante lo bonita que está tu ciudad últimamente.

Un abrazo postsanferminero

Pedro M. Martínez dijo...

Viuda de Tantamount, al menos para ver el mío.
Si además logro transmitirlo, mejor que mejor.
Eres muy amable.
Gracias
Y besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Creo, Margot, que estamos todos parecidos. Necesitamos vacaciones.
Los lunes pesan ya demasiado.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

makkkafu ¿será posible? Vienes a Bilbao y no me dices nada...ay.
Mi ciudad está bonita, sí, ha mejorado mucho.
Medio abrazo (estoy enfadado)

Anónimo dijo...

Querido Pedro, qué casualidad, llego a tu post de hoy con un vasito de ron Zacapa Centenario, de Guatemala. Veintitrés años de envejecimiento. Lo tomo solo, sin hielo ni nada de nada. Alguien que sabe me ha dicho que es el mejor, pero ya sabemos que eso es subjetivo. Lo que sí es cierto es que se trata del único ron que me ha aficionado. Sólo dos o tres tragos para terminar el día mientras leo a los amigos.

Brindo por ti en mi último trago.

Salud

Pedro M. Martínez dijo...

Hombre Max, me alegro de leerte. Te hacía volando por los siete mares.
Me alegro de tu tranquila y aromática despedida del día. Hala, sírveme una copita, no seas rácano (llena un poco más). Brindemos.
Salud

debolichesycopas dijo...

voy por un trago

salud2
Tiranizan

Guillermo dijo...

Hola! Les comparto una canción que compuse para Cuba Libre!
www.myspace.com/clavedege

Saludos,
Gé!

Pedro M. Martínez dijo...

debolichesycopas, sí, a la tuya (salud).

Pedro M. Martínez dijo...

Guillermo, mientras cantas, bien.
Cuando mezclas ideología (que no me queda clara cual es), me gusta menos.

En cualquier caso un buen trabajo.
Gracias por permitirme acceder a él.
(En fases me recuerda a Fito Páez- no sé si es un elogio)
Saludos,

Guillermo dijo...

Bueno, simplemente tenia un amigo al que le encantaba tomar Cuba Libre y decidí componerle un tema. También sabia que habia un país llamado Cuba de donde la gente no podía salir libremente. Junté eso e hice una canción. Luego pensé, esto parece algo a favor del capitalismo... y el capitalismo tiene sus buenas fallas. Entonces decidí aclararlo.
Luego viaje a Cuba para ver si lo que cantaba tenía algo qeu ver con lo que pasaba.
Me puse de novio con una Cubana que conoci de regreso a Argentina y, entre otras, esas son las experiencias que dieron origen a estas ideas... que no podría llamar ideología. Es lo que yo puedo ver a partir de lo que viví en algunas vueltas de mi vida.
Está muy bien la comparación con Fito Paez (por lo menos es un cantante! y le pone mucha pasión)
Saludos!
Gé!

Pedro M. Martínez dijo...

Gracias por la aclaración Guillermo.

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