lunes, 9 de julio de 2007

Esto...¿qué?

A un día monótono otro monótono,
invariable sigue: Pasarán
las mismas cosas, volverán a pasar
-
los mismos instantes nos hallan y nos dejan.
Un mes pasa y trae otro mes.
Lo que viene uno fácilmente lo adivina:
son aquellas mismas cosas fastidiosas de ayer.
Y llega el mañana ya a no parecer mañana.

(J.M. Caballero Bonald. Manual de infractores)


Estoy perdiendo la memoria.

No sé en qué lugar dejo las cosas. Se me olvida dónde aparqué el coche, si ayer viajé a Finlandia, en que cajón guardé la llave del poema, si es venenosa esta serpiente que me muerde el cuello. No sé si esto que siento es amor o es que me duele la médula espinal del alma.

La cabeza se ha convertido en mi enemigo, me estoy olvidando de mi mismo. Y me preocupa, me tiembla el maxilar, se me altera el esófago del tiempo, debe ser por los nervios, ya se sabe.

Aún así llevo los días enrollados bajo el brazo y distingo perfectamente la oscuridad del cinc de un granizo de párpados, hasta ahí podíamos llegar.

Hasta hoy, hoy rebuscando un camisa entre la ropa blanca he encontrado una pistola, brillante, negra. Hasta aquí normal pero, le falta una bala.

Temo haberme suicidado.





20 comments :

Atzavara dijo...

Sigo fiel a mis chicos de Berriozar:

"con los muñones que escriben derecho en renglones torcidos,
con el olvido que se siempre se acuerda de resucitar,
con los relojes que me echan las cuentas y no han entendido
que no me he rendido, quise fracasar"

Me corten la lengua (Marea)

Besos y... qué?

Margot dijo...

Saltan los Gotan Project, aparece el Manual de Infractores, incluso una bala, perdida, sólo perdida...

Ya me puedo ir a dormir. Yo tampoco tengo memoria por eso disfruto del ya, como quien extrae de una caja sensaciones.

Un beso con bala de plata.

George dijo...

perder la memoria es una vaina, iba poner otro comentario, pero se me olvidó qué... o será el que he puesto.

Anónimo dijo...

No hay mayores balas que las perdidas...Nuestra efímera existencia nos llena de contradicciones.

Busco no elegir sentirme despiadamente mal, ni olvidar lo que me prometen...aunque me entristezca.

Como ahora.

¿Pedro, cómo se hace para no esperar la bala mortal que disparan los otros al corazón?

Nihilísticamente,
Cecilia

Anónimo dijo...

Mi dire de correo para el que lo desee:
rayen_paine@hotmail.com

Mar Benegas dijo...

Precioso como siempre, a mi se me olvidó olvidar y ahora vivo pegada a mis recuerdos.


uy! dónde está Gustav??? esperemos que lo de Arthur no sea contagioso, me preocupan esos chicos.

Mar Benegas dijo...

Por cierto tu foto de hoy, no me gustó nada nada.

Defiendan a los animales, no los maltraten, plis.

Besos

Carmen dijo...

Es extraño, hay días que parecen cuentas de un collar, en que van engarzando el tiempo sin sobresaltos, fluyen, encajan, cunden, y otros días en que las horas dejan de tener sesenta minutos. Incluso dejan de tener sentido. Alteran los deseos, y aquellas cosas que te hacía sentir bien saber que llegarían, las esquivas cuando llegan de verdad, en tiempo real.
Supongo que todo esto tiene que ver con la sensibilidad, pues la tengo a flor de piel!!!
Muchos besos, reúne todos los que te debo!

Pedro M. Martínez dijo...

No se me olvidó, se me fue el día.
Mañana contesto.
Muchas gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Atzavara, que no te corten nada.

“no soy más que lo que en su día viste,
mi sonrisa gris mis, mis ojitos tristes,
intentando despegar del suelo,
tol día dale que te pego.”


Tu tampoco te cortes.
Besos y... too (de too)

Pedro M. Martínez dijo...

Recuerdo Margot, las balas de plata del Llanero solitario en aquellos comics que le traían de México a Eduardito (era el hijo de Eduardo). El era rico y yo no. Bueno entonces solo sabía que el tenía los comics y yo no.
Seguimos igual.
Ya ves.
Un beso sin violencia, así, lento y jugoso. Qué rico.

Pedro M. Martínez dijo...

George ¿has probado con fósforo? Me han dicho que es muy bueno.
Pero no se trata de comer cerillas. Consulta con tu farmacéutico, sí, con Manu el de la esquina.

Pedro M. Martínez dijo...

No lo sé Cecilia,, esquivar una bala al corazón es bastante difícil.
Sobre todo porque el que dispara así suele tener buena puntería.
Por eso precisamente nos gusta.
Tanto que hasta nos creemos lo que nos promete.
Por eso nos mata.
Antes de disparar.

(Guardo tu correo. Ahora solo necesito tiempo)

Pedro M. Martínez dijo...

Mar 1.
¿Es bueno vivir pegada a los recuerdos? Yo que tú me soltaba. Ya.
Gustav te contestará (de hecho ya te ha contestado)
Saludos.
Mar 2
No se debe maltratar a nadie ¿no?
La foto me pareció estética.
Ahora, besos.

Pedro M. Martínez dijo...

¿Cómo va tu proyecto? antherea.
Sigue guardando los besos, el de hoy me ha sabido a gloria.
Gracias, guapa, van los míos.

Anónimo dijo...

Pedro, no guardes nada, ni lo necesario.
Un beso al medio del pecho
Cecilia

Pedro M. Martínez dijo...

Uy, Cecilia, un beso al medio del pecho...todavía me estoy estremeciendo.

Anónimo dijo...

esa fue la intención....

Sinceramente,
Cecilia

Pedro M. Martínez dijo...

Cecilia...

Anónimo dijo...

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