domingo, 11 de febrero de 2007

Cerezas.


Todos los días antes del almuerzo, el hombre barbudo camina hasta el viejo olmo del parque y se queda allí escuchando como respira su corteza añosa. En un banco cercano, la reina de los gatos habla a los felinos de pasados misteriosos, de su ayer brioso. Los gatos no entienden nada, los gatos son unos animales egoístas y ensimismados que no prestan atención a la delicada mano que los alimenta, mano de falanges y venas azuladas, de uñas y un sorprendente anillo dorado.

Uno de esos días el barbado lo advierte: al llegar al tercer tramo hindú la superficie del océano se eterniza, hay un punto anterior a la revelación, un instante misterioso y fértil cuando el inexplicable don aparece. Y lo entiende, sabe, puede tocarlo con la punta de los dedos que agitan la untosa sopa de la casualidad, del azar.

Quizás entonces es el momento de abandonarlo todo, de huir hasta quedarse sentado al viento de levante, ignorando los gritos de los que llegan en pateras, viendo crecer la duna de Bolonia hasta sacarse uno a uno los puñales del escepticismo. Insensible al recuerdo de sus bragas escondidas bajo la ropa amontonada en una silla, los calcetines dentro de un zapato, ella ahí enfrente con su mirada miope, con los brazos cruzados sobre los pechos breves, el pliegue del cuello expuesto al choque de labios y dientes, él ansioso como Jeff Buckley, sereno como un sinuoso animal oscuro que no tiene prisa en comenzar el almuerzo junto al olmo, sólo, pan, aceite y el farfullar de la vagabunda.

Un día, otro día.


8 comments :

Anónimo dijo...

Pedro, pero qué calladito te lo tenías...!!!!
Me alegro de leerte.
Te beso.
PaquiLou.

Unknown dijo...

Un día Pedro, Glup encuentra la línea que delicada sumerge la ansiedad y el gozo y ese día se transforma y nos sonrie misterioso y vivo...

Felicidades por el cambio!!

Aqui te visitaré con gusto también!!!

Un beso acariciandote.

Clarice Baricco dijo...

Hermoso como siempre...caray, qué ganas de escribir como tú!!!
Será que me pueda clonar con tu alfabeto?

Te beso y me llevo una cereza...

Misántropo dijo...

Te hallo y te enlazo. Tu bitácora es excelente, y tiene ese "Glup" que engancha; aunque necesitaré tiempo para ubicarte.

A mí me reconocerás al instante; pero he de decirte que no vivo en Bilbao, Bilbao; sino en un barrio de la periferia. Donosti, en concreto.

Un saludo.

Pedro M. Martínez dijo...

Clarice Baricco ¿Cómo va el viaje?
No te clones, estás muy bien como estás.
Espero que vengas por esta nuestra nueva casa.
Y no te comas las cerezas que te veo.
Un beso.

Anónimo dijo...

Mmmmm pero cómo me ha gustado este post Pedro.

No sé de dónde sacas tanto, ¿eres uno o eres varios? (

Un besote.

C.A. Makkkafu.

Pedro M. Martínez dijo...

Un Misántropo guipuzcoano (señor, señor, lo que hay que ver).
Gracias por venir, comentar y por enlazarme.
Blogia se ha roto y es un buen momento para cambiar de aires.
No sé si hay metro hasta ahí pero iré a visitarte.
Un abrazo (y gracias otra vez)

Pedro M. Martínez dijo...

Makkkafu soy trino. Lo saco todo de aquí (y con el dedo me señalo el corazón, o por ahí). Gracias, guapa, tú si que me gustas a mi. ¡¡¡poeta!!!
(no sé si darte más besos que nos vamos a acostumbrar)

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